GÉNESIS
Capítulo 1
En el
principio creó Dios los cielos y la tierra. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue
la luz. Y llamó Dios a lo seco Tierra. Después dijo Dios: Produzca la
tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según
su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Dijo
luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de
la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, dijo Dios:
Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la
abierta expansión de los cielos, y fue la tarde y la mañana el día
quinto. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su
género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue
así. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y mande sobre todos los seres vivientes. Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y
reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
El hombre en el huerto del Edén
Dios
plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado,
para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Dios al hombre, diciendo: De
todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y
del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente
morirás. Jehová formó, de la tierra toda bestia del campo, y toda
ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar. Y
puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo. Entonces
Jehová hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de
sus costillas. Y de la costilla que Jehová tomó del hombre, hizo una mujer, y
la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos
y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Capítulo 3
La serpiente era
astuta, más que todos los animales que Dios había hecho; la cual pregunto a la
mujer: y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del
huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del
huerto dijo Dios que no. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No
moriréis; sino, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo
el bien y el mal, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como
ella. Mas Jehová llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido
del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer
que me diste por compañera medio del árbol, y yo comí. Entonces Dios dijo
a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,
y comí. Y Jehová dijo a la
serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las; sobre tu
pecho andarás, y polvo comerás todos los días Y al hombre dijo: Con el sudor de
tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Capítulo 4
Conoció
Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín. Después dio a
luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la
tierra. Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel
trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y
miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; Y dijo Caín a su hermano
Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se
levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde
está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. Ahora, pues, maldito seas tú de la
tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu
hermano. Respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete
veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase
cualquiera que le hallara. Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y
habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer,
la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de
la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.
Capítulo 5
Vivió Adán ciento treinta años, y
engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre
Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos
años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán
novecientos treinta años; y murió. Vivió Set ciento cinco años, y engendró
a Enós. Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y
engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Set novecientos doce
años; y murió. Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. Y vivió
Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos
e hijas. Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y
murió. Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. Y vivió
Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y
engendró hijos e hijas.
Capítulo 6
Y vio
Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra. Y se
arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su
corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres
que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves
del cielo; Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Noé construye el arca
Estas son
las generaciones de Noé: varón justo, era perfecto en sus generaciones; con
Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Y
se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de
violencia. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser. Hazte
un arca de madera de gofer. Y de esta manera la harás: de trescientos
codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta
codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un
codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a
su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Más estableceré mi pacto
contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus
hijos contigo. Y de todo lo que vive, dos de cada especie meterás en el
arca.
Capítulo 7
Dijo
luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; yo haré llover sobre la
tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a
todo ser viviente que hice. Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé
al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos. Y
los animales limpios, y que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se
arrastra sobre la tierra, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y
cuarenta noches. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la
tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Y murió todo
ser viviente. Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
Y se acordó
Dios de Noé, y de todos los animales, que estaban con él en el arca; e hizo
pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Sucedió
que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había
hecho, y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta
que las aguas se secaron sobre la tierra. Envió también de sí una paloma,
para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra. Y
no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca.
Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el
arca. Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del
arca. Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía
una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado
de sobre la tierra. Entonces habló Dios a Noé, diciendo: Sal del arca
tú, y familia, y los animales; y vayan por la tierra, y fructifiquen y
multiplíquense sobre la tierra.
Capítulo 9
Bendijo
Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la
tierra. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las
legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. He aquí que yo establezco
mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de
vosotros; Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto
perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la
tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he
establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
Embriaguez
de Noé
Y los
hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre
de Canaán.
Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra. Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet. Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.
Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra. Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet. Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.
Capítulo 10
Estas son
las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron
hijos después del diluvio. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán,
Tubal, Mesec y Tiras. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los
hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. De éstos se poblaron las
costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus
naciones. Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. Y los hijos de
Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán. Y
Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso cazador delante de Jehová.
Capítulo 11
Tenía entonces toda la tierra una sola lengua
y. Cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de
Sinar. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo. Y les sirvió el
ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron:
Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; Por
esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra.
Los
descendientes de Sem
Estas son
las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos
años después del diluvio y engendró a Sala y engendró a Heber y él engendró a
Peleg y él engendró a Reu y él engendró a Serug y él engendró a Nacor y él
engendró a Taré y él engendró a Abram, a Nacor y a Harán.
Los
descendientes de Taré
Estas son
las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán
engendró a Lot. Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre
de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija
de Harán, padre de Milca y de Isca.
Capítulo 12
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra
y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y
haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y
todos sus bienes y a tierra de Canaán llegaron.
Abram en
Egipto
Hubo
entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá. Cuando
entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran
manera. También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante
de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. E hizo bien a Abram por
causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y
camellos. Más Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa
de Sarai mujer de Abram. Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete,
con todo lo que tenía.
Capítulo 13
Subió,
pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y
con él Lot. Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. Y
volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde
había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, Entonces Lot escogió para
sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el
uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en
las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Levántate,
ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Abram,
pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en
Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.
Capítulo 14
Y el
valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de
Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al
monte. Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus
provisiones, y se fueron. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de
Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes. Oyó Abram que su pariente
estaba prisionero, y armó a sus criados, trescientos dieciocho, y los siguió
hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y
les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y recobró todos los
bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás
gente.
Melquisedec
bendice a Abram
Entonces
Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y
vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo,
creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que
entregó tus enemigos en tu mano. Y le dieron Abram los diezmos de
todo.
Capítulo 15
Luego
vino a él palabra de Jehová, diciendo a Abram: No te heredará éste, sino un
hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora
los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será
tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. cayó sobre
él. Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia
morará en tierra ajena, y será oprimida cuatrocientos años. En aquel día hizo
Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde
el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates.
Capítulo 16
Sarai
mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se
llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho
estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y
Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que
había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su
marido. Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa
bajo su mano. Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu
descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además le
dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será
hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y
delante de todos sus hermanos habitará. Era Abram de edad de ochenta y
seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.
Capítulo 17
Era Abram
de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el
Dios Todopoderoso. He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de
muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será
tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de
gentes y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi
pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto
perpetuo, para ser tu Dios. Y de edad de ocho días será circuncidado
todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; Entonces Abraham se postró
sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de
nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Respondió Dios:
Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y
confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después
de él.
Capítulo 18
Dios le
pregunto a Abraham: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la
tienda. Entonces dijo: según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu
mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba, que estaba detrás de él. Se
rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite,
siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham:
¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya
vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a
ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Abraham intercede por Sodoma
Y Jehová
dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham
una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones
de la tierra? Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con
el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás
también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén
dentro de él? Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor: quizá se
hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y
Jehová se fue.
Capítulo 19
Llegaron,
pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a
la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó
hacia el suelo, Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones
que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces
Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os
ruego, no hagáis tal maldad, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de
punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. Entonces
salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo:
salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Entonces
Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego; y destruyó
las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas
ciudades, y el fruto de la tierra.
. Capítulo 20
De allí
partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como
forastero en Gerar. Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y
Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara. Pero Dios vino a Abimelec en sueños
de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la
cual es casada con marido. Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido;
porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que
de cierto morirás tú, y todos los tuyos. Después llamó Abimelec a Abraham,
y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído
sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Entonces Abraham oró a Dios;
y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. A causa
de Sara mujer de Abraham.
Capítulo 21
Visitó
Jehová a Sara y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el
tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que
le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.
Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días,
Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días,
Agar e
Ismael son echados de la casa de Abraham
Y vio
Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a
Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Entonces Abraham se levantó
muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, y le entregó el
muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de
Beerseba. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar
desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar?. Levántate, alza al muchacho,
porque yo haré de él una gran nación. Entonces Dios le abrió los ojos, y
vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al
muchacho. Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto.
Pacto
entre Abraham y Abimelec
Habló Abimelec, y
Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo
cuanto haces. Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni
a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo,
harás tú conmigo. Y respondió: Yo juraré.
Capítulo 22
Probó Dios
a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma
ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y
ofrécelo allí en holocausto. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó
su asno, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y fue al lugar que
Dios le dijo. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar
a su hijo. Entonces el ángel de Jehová dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni
le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste
tu hijo. Y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus
cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar
de su hijo. De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo y como la arena.
Capítulo 23
Fue la
vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de
Sara. Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán;
y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla. Y Abraham se levantó,
y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het, y habló con
ellos, diciendo: Si tenéis voluntad de que yo sepulte mi muerta, oídme, e
interceded por mí con Efrón hijo de Zohar, Entonces Abraham se convino con
Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de
Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes. Después
de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al
oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán.
Capítulo 24
He ahí
Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo
ha dicho Jehová. Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó
en tierra ante Jehová. Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este
varón? Y ella respondió: Sí, iré. Y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos
que venían. Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del
camello; porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene
por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor.
Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. Entonces el criado contó a Isaac
todo lo que había hecho. Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y
tomó a Rebeca por mujer, y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.
Capítulo 25
Abraham
tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, la cual le dio a luz a Zimram,
Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac,
mientras él vivía, hacia el oriente.
Muerte y
sepultura de Abraham
Y exhaló
el espíritu, y murió Abraham a los ciento setenta y cinco años, en buena vejez,
y fue unido a su pueblo. Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la
cueva de Macpela.
Los
descendientes de Ismael
Estos son los descendientes de Ismael hijo de
Abraham, a quien le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sar: El primogénito de
Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam, Misma, Duma,
Massa, Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. Sus nombres, por sus villas y campamentos.
Nacimiento
de Jacob y Esaú
Y oró
Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová. Cuando se
cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. Y
salió el primero rubio; y llamaron su nombre Esaú. Después salió su
hermano, y fue llamado su nombre Jacob.
Esaú
vende su primogenitura
Entonces
dijo Esaú que era hombre den campo: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues,
me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob varón quieto de tienda: Júramelo
en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob
dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó
y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Capítulo 26
Después
hubo hambre en la tierra; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en
Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto;
habita en la tierra que yo te diré y te bendeciré; porque a ti y a tu
descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a
Abraham tu padre, y todas las naciones
de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi
voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis
leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham
tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y yo bendeciré, y multiplicaré tu
descendencia por amor de Abraham mi siervo. Y edificó allí un altar
de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un
pozo.
Capítulo 27
Aconteció que cuando Isaac
envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo
mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. Y él dijo: He aquí
ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Y hazme un guisado como a mí me
gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera. E
Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío: La voz es la voz de
Jacob, pero las manos, las manos de Esaú. Entonces Isaac su padre habló y
le dijo:
He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba; Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás.
He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba; Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás.
Jacob
huye de Esaú
Y
aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y
dijo en su corazón: yo mataré a mi hermano Jacob. Y fueron dichas a Rebeca las
palabras de Esaú su hijo mayor; y ella llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo:
Esaú tu hermano se consula acerca de ti con la idea de matarte. Ahora
pues, hijo mío, levántate y huye a casa de Labán mi hermano en
Harán,
Entonces Isaac llamó a Jacob, y
lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de
Canaán. Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de
Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú.Y vio Esaú cómo Isaac
había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí
mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás
mujer de las hijas de Canaán;
Dios se aparece a Jacob en Bet-el
Y soñó: y
he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el
cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Jehová
estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu
padre, y el Dios de Isaac; Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y
te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias
de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. Y llamó el nombre de aquel
lugar Bet-el. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me
diere pan para comer y vestido para vestir,
Capítulo 29
Siguió luego Jacob su camino, y
fue a la tierra de los orientales. Raquel vino con el rebaño de su padre,
porque ella era la pastora. Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija
de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se
acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo. E hizo Jacob así, y
cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer. Y se
llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea.
Los hijos
de Jacob
Y
concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén: ha mirado Jehová mi
aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. Concibió otra vez, y dio
a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha
dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. Y concibió otra vez y lo
llamó Leví. Concibió otra vez y
alabaró a Jehová; lo llamó Judá.
Capítulo 30
Dijo
entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por
tanto llamó su nombre Dan. Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a
luz un segundo hijo a Jacob. Y llamó su nombre Neftalí. Y se acordó Dios
de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. Y concibió, y dio a luz un hijo,
y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; y llamó su nombre José.
Tretas de
Jacob y de Labán
Dijo
entonces Labán: Mira, sea como tú dices. Y Labán apartó aquel día los
machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas
de color, y las puso en mano de sus hijos. Y apartaba Jacob los corderos,
y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de
Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de
Labán.
También Jehová dijo a Jacob:
Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré
contigo. Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde
estaban sus ovejas, Si él decía así: Los pintados serán tu salario,
entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán
tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. Porque toda la
riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es; ahora, pues, haz todo
lo que Dios te ha dicho.
Jacob
huye de Labán
Y Jacob
engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba. Huyó, pues, con
todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de
Galaad. Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob
camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad. Estos veinte
años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí
carnero de tus ovejas. Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por
testimonio entre nosotros dos. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron
allí sobre aquel majano.
Capítulo 32
Y envió Jacob mensajeros delante
de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. Y los
mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vimos a tu hermano Esaú, y él también
viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Y durmió allí aquella
noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano
Esaú: Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en
el campamento.
Jacob
lucha con el ángel en Peniel
Y cuando
el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se
descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame,
porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me
bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió:
Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino
Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Y
llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a
cara, y fue librada mi alma.
Capítulo 33
Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con
todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en
los ojos de mi señor. Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea
para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora
gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si
hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has
recibido. Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está
en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la
ciudad. Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de
los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas. Y erigió allí un
altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.
Capítulo 34
Salió Dina la hija de Lea, la
cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país. Y la vio
Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó
con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea,
y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella. Y Hamor habló con
ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os
ruego que se la deis por mujer. Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras
hijas, y tomad vosotros las nuestras. Mas con esta condición os
complaceremos. Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado
con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo;
y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido
yo y mi casa. Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra
hermana como a una ramera?
Capítulo 35
Dijo Dios a
Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios
que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. La tierra que he dado a
Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la
tierra.
Muerte de Raquel
Después partieron de Bet-el; y había aún como media
legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo
trabajo en su parto. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió),
llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.
Los hijos
de Jacob
Los hijos
de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.
Los hijos de Raquel: José y Benjamín. Los hijos de Bilha, sierva de
Raquel: Dan y Neftalí. Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos
fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.
Muerte de
Isaac
Después
vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde
habitaron Abraham e Isaac. Y fueron los días de Isaac ciento ochenta
años. Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo,
viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.
Capítulo 36
Estas son
las generaciones de Esaú, el cual es Edom: Esaú tomó sus
mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a
Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo, y a Basemat hija de Ismael,
hermana de Nebaiot. Ada dio a luz a Esaú a Elifaz; y Basemat dio a luz a
Reuel. Y Aholibama dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré; estos son los
hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán. Y Esaú tomó sus
mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados,
y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se
fue a otra tierra, separándose de Jacob su hermano. Porque los bienes de
ellos eran muchos; la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus
ganados. Y Esaú habitó en el monte de Seir;
Capítulo 37
Esta es
la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años,
apacentaba las ovejas con sus hermanos; e informaba José a su padre la mala
fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo
había tenido en su vejez. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más
que a todos sus hermanos, le aborrecían. Cuando ellos lo vieron de lejos, antes
que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él. He aquí viene el soñador. Echémosle
en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de
sus sueños. Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo
matemos. Y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba
vacía. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de
la cisterna, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y
llevaron a José a Egipto. Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar,
oficial de Faraón, capitán de la guardia.
Capítulo 38
Aconteció
en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón
adulamita que se llamaba Hira. Y ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre
Er. Concibió otra vez, llamó su
nombre Onán. Y volvió a concebir y llamó su nombre Sela. Después Judá
tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el
primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la
vida. Pero ella, dijó a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy
encinta. Entonces Judá los reconoció. Y aconteció que al tiempo de
dar a luz, he aquí había gemelos en su seno. Sucedió cuando daba a luz,
que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana,
diciendo: Este salió primero. Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió
su hermano; y ella dijo: Y llamó su nombre Fares. Después salió su
hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre
Zara.
Capítulo 39
Llevado,
pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón
egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Más
Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su
amo el egipcio, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José
gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en
su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de
su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de
José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como
en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José. Y era José de
hermoso semblante y bella presencia. Aconteció después de esto, que la
mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.
Capítulo 40
El copero
del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto.
Y los puso en prisión, en la cárcel donde José estaba preso. Y ambos, el
copero y el panadero, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma
noche, cada uno con su propio significado. Entonces el jefe de los coperos
contó su sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que la copa de Faraón estaba en mi
mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la
copa en mano de Faraón. Y le dijo José los tres sarmientos son tres
días. Al cabo de tres días levantará Faraón tu cabeza, y te restituirá a
tu puesto, y darás la copa a Faraón en su mano. Y hagas mención de mí a Faraón,
viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José:
También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. En el
canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón;
y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. Entonces
respondió José, y dijo al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre
ti.
Capítulo 41
Aconteció que pasados dos años
tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río
subían siete vacas muy gordas. Y que tras ellas subían del río otras siete
vacas de feo aspecto, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del
río; y que las vacas de feo aspecto devoraban a las siete vacas hermosas y
muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: otro
sueño similar, Entonces Faraón llamó a José. Y dijo Faraón a José: Yo he tenido
un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes
sueños para interpretarlos. Entonces Faraón dijo a José: Sus sueño.
Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo. Las
siete espigas y las vacas hermosas siete años son. También las siete vacas
flacas y feas son siete años. Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el
país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten
toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la
mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté
aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que
habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
José,
gobernador de Egipto
Y dijo
Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni
sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se
gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Y
llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija
de Potifera sacerdote de On. Y él reunió todo el alimento de los siete
años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las
ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. Y
el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo
granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en
la tierra de Egipto. .
Capítulo 42
Descendieron
los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto. Y José era el señor
de la tierra, y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a
tierra. Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois
espías. En esto seréis probados: que no saldréis de aquí, sino cuando
vuestro hermano menor viniere aquí. Enviad a uno de vosotros y traiga a
vuestro hermano, y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, traedme
a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías; así os daré a
vuestro hermano. Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de
mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra
mí son todas estas cosas. Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir
a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en mi mano, que yo lo
devolveré a ti. Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros, pues su
hermano ha muerto, y él solo ha quedado.
Capítulo 43
Dijo su
padre y si he de ser privado de mis hijos, séalo. Entonces tomaron
aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y
a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante
de José. Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa:
Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres
comerán conmigo al mediodía. Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo:
¿Vuestro padre, el que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía? Bien va a tu
siervo nuestro padre; aún vive.
Capítulo 44
Mandó José al mayordomo de su
casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan
llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal; ¿cómo, pues,
habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Aquel de tus siervos
en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi
señor. Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fue
hallada en el costal de Benjamín. José respondió: Nunca yo tal haga. El varón
en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo vosotros id en paz.
Judá
intercede por Benjamín
Entonces
Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu
siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu
siervo, pues tú eres como Faraón. Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo:
¿Tenéis padre o hermano? Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño
aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y él solo quedó de los
hijos de su madre; y su padre lo ama. Y tú dijiste a tus siervos:
Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. Y nosotros dijimos a mi señor: El
joven no puede dejar a su padre, porque si lo dejare, su padre
morirá.
Capítulo 45
Y dijo
José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no
pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. Entonces dijo
José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Así, pues, no
me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y
por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Habitarás
en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, tus ganados y tus
vacas, y todo lo que tienes. Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria
en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed a mi padre
acá. Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también
Benjamín lloró sobre su cuello. Entonces dijo Israel; José mi hijo vive
todavía; iré, y le veré antes que yo muera.
Capítulo 46
Salió
Israel con todo lo que tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios
de su padre Isaac. Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo:
Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de
tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran
nación. Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la
mano de José cerrará tus ojos. Todas las personas que vinieron con Jacob a
Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas
las personas fueron sesenta y seis. Y los hijos de José, que le nacieron en
Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en
Egipto, fueron setenta. Y envió Jacob a Judá delante de sí a José, para que le
viniese a ver en Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén. Y José unció su
carro y vino a recibir a Israel su padre en Gosén; y se manifestó a él, y se echó
sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente.
Vino José
y lo hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus
vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí
están en la tierra de Gosén. Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco
varones, y los presentó delante de Faraón. Y Faraón dijo a sus hermanos:
¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son
tus siervos, así nosotros como nuestros padres. Dijeron además a Faraón:
Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de
tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te
rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Gosén. Entonces
Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La
tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu
padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay
entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del ganado mío. También
José introdujo a Jacob su padre, y lo presentó delante de Faraón; y Jacob
bendijo a Faraón. Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años; y
fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete
años.
Capítulo 48
Y se le
hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se
esforzó Israel, y se sentó sobre la cama, y dijo a José: El Dios
Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo, y me
dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de
naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad
perpetua. Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra
de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y
Simeón, serán míos. Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste
es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá
Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín
antes de Manasés.Y dijo Israel a José: He aquí yo muero; pero Dios estará con
vosotros.
Capítulo 49
Y llamó Jacob a sus hijos, y
dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días
venideros. Juntaos y oíd, hijos
de Jacob, y escuchad a vuestro padre Israel. Rubén, tú eres mi
primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; impetuoso como las
aguas, no serás el principal, Simeón y Leví son hermanos; armas de
iniquidad sus armas. Yo los apartaré en Jacob, Y los esparciré en
Israel. Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus
enemigos; Los hijos de tu padre se inclinarán a ti. Zabulón en
puertos de mar habitará; Será para puerto de naves, Y su límite hasta Sidón.
Neftalí, cierva suelta, que pronunciará dichos hermosos. Rama fructífera
es José, Benjamín es lobo arrebatador.
Muerte y
sepelio de Jacob
Les mandó
luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. En la cueva que
está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán, la
cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de
sepultura. Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a
Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea. La compra
del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het. Y cuando
acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y
expiró, y fue reunido con sus padres.
Entonces se echó José sobre el
rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó. Y le cumplieron cuarenta
días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lo lloraron los
egipcios setenta días. Mi padre me hizo jurar, diciendo: He aquí que voy a
morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me
sepulturás; ruego, pues, que vaya yo ahora y sepulte a mi padre, y
volveré. Hicieron, pues, sus hijos con él según les había mandado; pues lo
llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo
de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de
sepultura, de Efrón el heteo, al oriente de Mamre. Y volvió José a Egipto, él y
sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después
que lo hubo sepultado.
Muerte de
José
Viendo
los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá
José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. Y enviaron a decir
a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: Así diréis a José: Te
ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te
trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del
Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban. Y habitó José en Egipto, él y
la casa de su padre; y vivió José ciento diez años. Y vio José los hijos
de Efraín hasta la tercera generación; también los hijos de Maquir hijo de
Manasés fueron criados sobre las rodillas de José. Y José dijo a sus
hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de
esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. Y murió José a
la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en
Egipto.